China: vientos de invasión a Taiwán

 

Las recientes declaraciones del presidente chino Xi Jinping, pidiendo a sus tropas del Cuerpo de Marines del Ejército de Liberación Popular, prepararse para la guerra porque la reunificación de Taiwán es irremediable y para lograrlo se reserva el derecho de emplear la fuerza, tiene un especial significado. De hecho, reaviva las aspiraciones territoriales del gigante Asiático sobre la isla y genera tensión en la región, máxime si Estados Unidos le respalda, lo que se ha traducido últimamente en malestar para la dirigencia China.

Para una mejor comprensión, la historia da cuenta que la posesión de China sobre la isla data desde 232 a. de C., tras una exploración expedicionaria realizada en ella. No obstante haber sido una colonia holandesa entre 1624 y 1661, Taiwán pasó a ser administrada por la Dinastía Qing (1883-1895). Dicha situación cambió a partir de 1895 al caer en poder de Japón, vencedor en la primera guerra chino-japonesa.

Bastaron 50 años para que China recuperara el control de Taiwán en 1945, con la anuencia de sus aliados Estados Unidos y Reino Unido, luego de la derrota sufrida por los japoneses en la segunda guerra mundial. Sin embargo, desde 1949 Taiwán albergó a los nacionalistas del partido chino Kuomintang, con Chiang Kai-sheck a la cabeza, al ser derrotados en la guerra civil por el régimen comunista de Mao Tse-tung.

Desde entonces, Taiwán ha mantenido su soberanía como la República de China (denominación establecida en 1912 cuando se encontraba en el continente chino), bajo el gobierno único de Chiang Kai-sheck. Hasta su muerte en 1975, cuando es sucedido por su hijo Chiang Ching-huo, soñó que el comunismo sucumbiría y retornaría de su exilio para reconquistar la China continental.

Por los antecedentes descritos, China no cesa en su empeño de una inexorable reunificación que va más allá de una recuperación de territorio, ya que lo estima propio. En efecto, es evidente que la problemática surge de una secesión territorial, resultante de dos facciones ideológicamente contrarias divididas en dos territorios autónomos, con gobiernos independientes y soberanos.

De un lado, la República Popular China conocida como China o China Comunista, cuyo control está en el área continental. Por el otro, la República de China, comúnmente llamada China Nacionalista o Taiwán (históricamente Formosa), posee el control insular de las islas de Taiwán, Pescadores, Kinmen y Matsu. Es decir, una complejidad que en el ámbito internacional y durante la guerra fría, generó problemas de reconocimiento por parte de los países que se inclinaban hacia una u otra, dado que ambas reclamaban su legitimidad.

Ese pulso ha sido ganado por la China Continental, quedando reafirmado con el reconocimiento de la ONU en 1971, al asignarle el asiento del Consejo de Seguridad. Además, ha obtenido más adeptos, mientras que Taiwán lucha por ganar visibilidad internacional.

Así las cosas, aunque la isla tiene un gobierno democráticamente elegido, China continúa considerando su incuestionable soberanía y el derecho de actuar con dureza para defenderla. Advirtiendo la posibilidad de una guerra, Taiwán ha reaccionado aumentando en un 10% su presupuesto de defensa y pidiéndole a la comunidad internacional una coalición global que le defienda de la agresión China.

Está claro que un enfrentamiento bélico sería una lucha de David contra Goliat, por la infinita desventaja de la China insular. Aún así, lo que inquieta son los movimientos hegemónicos de China, incluyendo una invasión a Taiwán, considerada el punto de fricción más peligroso existente en la región asiática. Con Estados Unidos de por medio y su acendrada independencia, constituirá el primer frente para Joe Biden en la tensionada relación con China.

Publicada: 29 noviembre, 2020. Disponible en https://724noticias.com.co/china-vientos-de-invasion-a-taiwan/

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