¿Vientos de guerra entre Rusia y Occidente?

 

Tras los atentados terroristas de 2001, Estados Unidos y sus aliados prácticamente permanecieron 20 años dedicados al antiterrorismo y la contrainsurgencia, con las guerras en Irak, Afganistán y contra el Estado Islámico. Aunque están saliendo, es un tiempo que ha sido aprovechado por Rusia y China para convertirse en una competencia de gran poder. De hecho, según la inteligencia británica, a largo plazo, Rusia se constituirá en una amenaza aguda para Occidente y China será el rival estratégico, gracias a las millonarias inversiones en tecnologías modernas, con énfasis en las capacidades ofensivas de guerra electrónica y guerra cibernética, para obtener ventaja militar. 

Esto es, a través de ataques dirigidos a cortar las comunicaciones, destruir satélites y cables submarinos, con el fin de impedir el flujo de datos e incomunicar al adversario. Además, en los conflictos del futuro, los objetivos no se limitarán solo a las fuerzas armadas sino también a la población en general. Al mismo tiempo, como ya lo estamos viendo, la inteligencia artificial jugará un papel primordial para la toma de decisiones rápidas y respuesta de los comandantes militares en tiempo real, mediante el veloz procesamiento de la información.

Si bien Estados Unidos aventaja al resto del mundo en materia de inteligencia artificial, no sucede lo mismo con los misiles hipersónicos, una capacidad en la que Occidente tiene un marcado rezago frente a Rusia y China. Cabe destacar que son unos proyectiles altamente potentes, cuya carga está compuesta por ojivas convencionales o nucleares y pueden volar a cualquier lugar del planeta entre cinco y 27 veces la velocidad del sonido; sin embargo, su característica esencial no es tanto su velocidad sino su capacidad para esquivar las defensas antimisiles. Desde 2019, no es un secreto que China comenzó desarrollando los misiles Dong Feng 17, los cuales están equipados con un planeador supersónico que puede maniobrar a través de la atmósfera, con una casi impredecible trayectoria que dificulta su interceptación. 

No obstante lo anterior, frente al escalamiento de las tensiones entre Rusia y Occidente por Ucrania, lo más probable es que ante una eventual conflagración bélica, China se incline por la neutralidad. Esto se sustenta en que, pese a su carácter autocrático, la dirigencia china pregona como principios la soberanía y la autonomía, al mismo tiempo que está en contra del intervencionismo en territorio extranjero. En efecto, así actuó durante el caso de Crimea en 2014, declarándose neutral. Esto no significa que no pueda cambiar de posición, pero también estaría de por medio develar sus capacidades militares.

La raíz central del conflicto está en que Moscú no acepta la independencia de Kiev, pues considera que son “un solo pueblo”. De ahí que entre otros objetivos estratégicos, Rusia se ha propuesto establecer un anillo de seguridad en su vecindario, con países neutrales o afines como Bielorrusia y Serbia, con el fin de ampliar su área de influencia y hacer fuertes contrapesos a Estados Unidos, en particular, y a Occidente en general. Prueba de ello son las maniobras militares combinadas con Bielorrusia en la frontera ucraniana, al amparo de ejercicios militares denominados “Allied Resolve 2022”. Del mismo modo, cabe recordar que Serbia es su aliado desde antes de la disolución de Yugoslavia, a tal punto que apoyó con tropas a Rusia durante el conflicto de Crimea.

En definitiva, Estados Unidos y sus aliados, con la OTAN a la cabeza, son los únicos que pueden impedir que Rusia invada a Ucrania. Si agotadas las instancias diplomáticas, Occidente no actúa conforme a las circunstancias, Putin podría tomar posesión del territorio ucraniano como lo hizo con la península de Crimea y, después, poco o nada habría por hacer, más allá de las consabidas sanciones económicas. No obstante, dados los elevados costos económicos que implica para Rusia librar una guerra abierta, en caso que se llegara a esa instancia, su mejor opción continúa siendo la de propiciar la caída del gobierno de Zelenski y colocar un aliado en el poder. 

Comentarios

  1. Excelente análisis, el pulso del poder geopolitico en su máxima expresión, el mundo en total incertidumbre.

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