Bicentenario naval: un legado de valor, sacrificio y soberanía


A lo largo de sus doscientos años de existencia, la Armada de Colombia ha dejado una profunda huella de valor, sacrificio y soberanía en la historia del país. Nació con la independencia, siendo presidente de la Suprema Junta Provincial, José María García de Toledo, quien creó por decreto la Comandancia General de Marina,  en septiembre de 1810 (Román, 2000), suprimiendo así el Apostadero de la Corona Española que había funcionado desde 1750 en Cartagena de Indias. “Esta nueva disposición dictó, aunque de manera incipiente, el origen de la Armada patriota” (Ramos, 2023, p. 90).

Su historia ha estado marcada por diversos desafíos, siempre en procura del fortalecimiento del poder naval y marítimo colombiano. En 1822, el general Santander fundó la Escuela Náutica en Cartagena, pero se clausuró en 1824 (Román, 2000). “A inicios de septiembre de 1822, el general español Francisco Tomás Morales capturó la ciudad de Maracaibo” (Maita, 2019, p. 162), lo que dio origen a una nueva campaña naval que desembocó en la decisiva batalla del Lago de Maracaibo, el 24 de julio de 1823, liderada por el almirante José Padilla López. 

El combate duró alrededor de tres horas y las bajas republicanas ascendieron a “44 muertos y 119 heridos, mientras que los españoles tuvieron 800 bajas entre muertos y heridos, 69 oficiales y 369 soldados y marineros prisioneros” (Machado, 1998, p. 280). La victoria patriota fue heroica, tras derrotar la escuadra realista del capitán de navío Ángel Laborde, la expulsó y selló la independencia de la Gran Colombia. Además, eliminó la posibilidad de reconquista española de sus antiguas colonias en territorio grancolombiano. 

En 1907, el general Rafael Reyes fundó la Escuela Naval Nacional, la cual fue clausurada mediante decreto del presidente Ramón González Valencia, en 1909. Es así como por diversas circunstancias, en especial decisiones políticas, la Marina prácticamente desaparece hasta que la guerra colombo-peruana (1932-1933), la hizo reaparecer. Se adquirieron buques y se fundó la Escuela de Grumetes en 1934 y la Escuela Naval de Cadetes a bordo del MC “Cúcuta”, en 1935, las cuales continúan formando a los hombres y mujeres de mar. (Román, 1997; Román, 2000)

Aunado a lo anterior, en el siglo XX, la Armada de Colombia participó activamente en la defensa nacional, asegurando la soberanía e integridad territorial y protegiendo los intereses de la nación. En sus inicios, enfrentar la piratería, asegurar el control fluvial, proteger las costas de contrabandistas y enemigos externos eran tareas primordiales. En consecuencia, tuvo que desarrollar su capacidad operativa y tecnológica, consolidar su infraestructura y la formación de sus marinos e infantes de marina para enfrentar estas amenazas.

Por consiguiente, la Armada de Colombia ha experimentado una notable modernización y desarrollo tecnológico. Desde los barcos de vela y vapor del siglo XIX hasta las sofisticadas embarcaciones, fragatas, submarinos y buques de investigación de la era contemporánea, ha demostrado capacidad para adaptarse y utilizar la última tecnología en su misión de proteger las aguas jurisdiccionales colombianas. Tecnología que le permitió presentar evidencia científica, para demostrar que “la masa terrestre de Nicaragua no se extiende dentro de las 200 millas náuticas desde la costa continental de Colombia”, según dictamen de la Juez Xue Hanqin de la Corte Internacional de Justicia, lo que favoreció que dicha Corte negara la demanda de Nicaragua en su fallo del pasado 13 de julio.

Al mismo tiempo, enfrenta nuevos retos como el conflicto armado interno, la lucha contra el narcotráfico y la protección de los recursos naturales en el mar, entre otros. El conflicto armado ha sido un problema complejo y prolongado desde 1964, por lo que su rol principal ha sido proteger las zonas costeras y fluviales de Colombia, participando en operaciones conjuntas y coordinadas para combatir a los grupos guerrilleros, autodefensas ilegales y la multicriminalidad en áreas estratégicas del país. 

El narcotráfico se convirtió en una grave amenaza para la seguridad nacional, y la Armada ha sobresalido en la lucha contra este flagelo. Su compromiso en su erradicación y la interdicción de embarcaciones ilegales ha sido fundamental para proteger las fronteras marítimas y dar seguridad a los ciudadanos. En la protección del medio ambiente marino, la institución ha tenido un papel preponderante en operaciones de rescate y ayuda humanitaria por desastres naturales y derrames de petróleo, demostrando su compromiso con la preservación del ecosistema marino y su biodiversidad.

En el ámbito internacional, la Armada de Colombia ha participado en misiones de paz y cooperación con otras naciones. Muestra de ello, su participación en la lucha contra la piratería y el apoyo al Programa Mundial de Alimentos de la ONU para Somalia, en el Golfo de Adén, el cuerno de África y el océano Índico, así como su contribución en la lucha contra la pesca ilegal en operaciones humanitarias, ofreciendo ayuda a otras naciones en momentos de crisis, han sido reconocidas y valoradas a nivel global.

El fortalecimiento de la cooperación internacional se ha constituido en parte esencial de su desarrollo. A través de la colaboración con otras armadas y fuerzas navales, ha mejorado su capacidad de respuesta y ha compartido su experiencia en la lucha contra amenazas comunes, como el narcotráfico y el terrorismo marítimo. Un claro ejemplo son las operaciones Unitas cuyo inicio data de 1960, con la presencia de las fuerzas armadas de la región, esencialmente ejercicios navales para promover la defensa hemisférica colectiva.

Así que mientras celebra dos siglos de servicio, la Armada de Colombia mira hacia el futuro con optimismo y determinación. Consciente de los desafíos emergentes como el cambio climático, la ciberseguridad y la ciberdefensa, continúa adaptándose y preparándose para mantener la seguridad y la soberanía nacional en el siglo XXI. La institución está comprometida en seguir protegiendo los recursos naturales y marinos del país, preservando la riqueza biológica y promoviendo el desarrollo sostenible en las regiones costeras.

La inversión en tecnología de punta, la formación de talento humano altamente capacitado y el fortalecimiento de la cooperación internacional, seguirán siendo pilares fundamentales para asegurar el éxito en sus misiones. De ahí que en diciembre de este año, la Armada realizará su décima expedición al continente blanco, considerado el más frío, ventoso y seco del planeta. Para ello, el buque ARC “Simón Bolívar” zarpará con investigadores que adelantarán labores de contribución científica en investigación antártica, con temperaturas que superan los 10 grados bajo cero. 

En conclusión, durante dos siglos, la Armada de Colombia ha sido artífice de cambios significativos en la nación, pero su esencia sigue siendo la misma: valor, compromiso y amor por el territorio marítimo y continental colombiano, defendiendo su soberanía. Así mismo, cada marino e infante de marina que ha servido en la institución, ha dejado un legado de valentía y sacrificio enalteciendo el nombre de Colombia en los mares del mundo.

Post scriptum. En este bicentenario de la Armada de Colombia, es necesario rendir homenaje a sus héroes, a quienes ofrendaron su vida o llevan en sus cuerpos las cicatrices de las heridas sufridas en  cumplimiento del deber, y a todos aquellos que trabajan incansablemente para proteger nuestra nación. Que este aniversario sirva para recordar que la Marina es una parte esencial de nuestra identidad como colombianos y que su misión trasciende las fronteras, navegando con honor y compromiso hacia un futuro próspero y seguro para todos. ¡Felices 200 años, Armada de Colombia!

Referencias

Machado, G. (1998). Historia gráfica de la guerra de independencia de Venezuela. Tecnocolor.

Maita, J. (2019). La importancia estratégica de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo (1823). 3(2), 160-186. Ciencia Nueva, Revista de Historia y Política,

Ramos, C. (diciembre 2022). Una Mirada hacia la historia de la independencia. (112),  88-95. Revista ARC, Armada República de Colombia. 

Román, E. (1997). Pasado y presente de la Escuela Naval de Cadetes. Colina.

________. (2000). Análisis histórico del desarrollo marítimo colombiano. Fondo Rotatorio Armada Nacional.



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