Acuerdo nuclear con Irán en crisis

 


Tras el asesinato de su principal científico nuclear, Mohsen Fakhrizadeh, el pasado viernes 27 de noviembre, el presidente iraní Hassan Rouhani, responsabilizó a Israel del crimen y advirtió represalias, anunciando la no interrupción del programa nuclear en su país, encubierto históricamente con fines pacíficos. Considerado por la inteligencia occidental como el “padre de la bomba iraní” y el cerebro del programa secreto de armas nucleares que desarrolla Irán. Fakhrizadeh murió víctima del atentado sufrido cerca a Teherán, con disparos de una ametralladora a control remoto.

Dicha agresión no es aislada, dado que el incremento de uranio enriquecido que produce Irán, según anunció su gobierno a principios del mes anterior, no solo puede usarse para fines pacíficos como la producción de combustible para reactores, sino también para fabricar armas nucleares. En consecuencia, esa decisión, sumada al incumplimiento recurrente de los compromisos adquiridos por Irán, es violatoria del acuerdo nuclear logrado en julio de 2015 con el bloque integrado por China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Federación de Rusia y Alemania. Por tanto, constituye una amenaza de escalar la tensión con Estados Unidos e Israel frente al programa nuclear iraní.

De hecho, al acuerdo se llegó después de 40 años de relaciones conflictivas entre Irán y Estados Unidos, luego del compromiso iraní de limitar su programa de energía nuclear al uso exclusivamente pacífico. Adicionalmente, entre otros puntos clave de la negociación, no desarrollar ni adquirir armas nucleares y la no producción de uranio altamente enriquecido hasta 2030, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales y multilaterales que pesaban sobre Irán.

No obstante, en mayo de 2018, Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo para socavar el legado de Barack Obama y respaldar a Israel, al mismo tiempo que reanudó las sanciones económicas contra el país persa. De ahí que se propició el inicio de los incumplimientos iraníes, en procura de que las naciones europeas acordaran maneras de protección a las sanciones estadounidenses.

Ante el asesinato de Fakhrizadeh, cabe recordar que el acuerdo fue cuestionado por Benjamín Netanyahu, calificándolo como un error histórico, al mismo tiempo que su gobierno reprochó a las potencias occidentales por rendirse ante Irán. Del mismo modo, el año pasado el Primer Ministro israelí señaló al científico iraní de ser el líder clave del programa nuclear en Irán. Por consiguiente, ha surgido la hipótesis sobre un velado interés de frenar el impulso nuclear iraní con su muerte y complicar el regreso de Estados Unidos al acuerdo, considerando esa intención expresada por Biden.

La situación es compleja. Rusia, aunque muestra preocupación, respalda el acuerdo, al igual que China, aliada de Irán. Mientras tanto, los países de la Unión Europea sostienen que las actuaciones del gobierno iraní conducen a una separación del Pacto por lo que se verían avocados a reimponer las sanciones. Por otra parte, con la salida de Trump, Israel y Arabia Saudita pierden a su gran aliado, en tanto la llegada de Biden, alienta en Irán la posibilidad de una suavización de las relaciones con Estados Unidos, en materia de sanciones, lo que beneficiaría la reconstrucción de su economía.

En fin, profundas implicaciones se derivarían de un eventual colapso del acuerdo nuclear, toda vez que se reavivarían las preocupaciones por las actividades nucleares en Irán, con el consabido riesgo de cualquier tipo de conflicto en el golfo Pérsico.

Publicada: 6 diciembre, 2020. Disponible en https://724noticias.com.co/opinion-acuerdo-nuclear-con-iran-en-crisis/

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