El Bloqueo del Canal de Suez

El Canal de Suez, desde 1869, es una vía de navegación artificial de 193 kilómetros que conecta al mar Mediterráneo con el mar Rojo, en Egipto. Al mismo tiempo, delimita la frontera entre África y Asia, con un alto valor estratégico y económico debido a que acorta la ruta comercial marítima entre Asia, Oriente Medio y Europa, al evitar bordear el Cabo de Buena Esperanza, al sur del continente africano. Por consiguiente, el ahorro naviero de 6.000 millas por trayecto favorece el comercio internacional y lo convierte en uno de los principales pasos marítimos para el transporte mundial de petróleo, gas y mercancías en contenedores, haciendo que por allí pase más del 12% del tráfico comercial y el 30% del volumen de contenedores del mundo. En efecto, junto al Estrecho de Ormuz, el Estrecho de Malaca y el Canal de Panamá, conforman los cuatro grandes ejes marítimos del comercio global.

Este antecedente, sumado al valor diario del tráfico marítimo estimado en 8.150 millones de euros, pone de manifiesto la importancia que representa el Canal de Suez para el funcionamiento de la economía mundial. Del mismo modo, permite explicar las implicaciones de incidentes como el del buque carguero Ever Given de bandera panameña y 224.000 toneladas de desplazamiento, el cual se encalló el 23 de marzo pasado cuando “sufrió problemas en su máquina que afectaron su maniobrabilidad”, de acuerdo con un informe preliminar de la Autoridad Marítima de Panamá. Lo anterior, ocasionó el bloqueo del Canal en ambas direcciones y produjo un gran atasco hasta el día 28, cuando fue reflotado mediante operación que involucró remolcadores, actividades de dragado, adecuada organización de los buques y, providencialmente, la luna llena que propició la subida de la marea, ayudando a la maniobra de arrastre y remolque a un área de seguridad en el Gran Lago Amargo.

Bastaron solo seis días, para que el percance provocara el atascamiento de más de 400 buques y acarreará problemas económicos a gran escala, comenzando por la Autoridad del Canal de Suez, cuyas pérdidas rondaron los 13 millones de euros al día. Subsidiariamente, los daños a las empresas navieras afectadas por el bloqueo del tráfico marítimo y a la cadena de distribución y suministro alrededor del mundo, desde los proveedores de transporte nacional hasta minoristas, pasando por fabricantes y supermercados. Es decir, el comercio entre oriente y occidente, afectado por la demora en los suministros de materias primas, vehículos, muebles, productos eléctricos y envíos por correo, entre otros. Además, el alza abrupta del 6% en el precio del petróleo y la posibilidad de “una reducción en el crecimiento comercial mundial anual entre 0,2% y 0,4%”, según un análisis de la aseguradora alemana Allianz.

Normalmente esta clase de incidentes se dan por factores humanos, técnicos o naturales. Pero si bien el día del encallamiento se presentó una tormenta de arena y fuertes rachas de vientos, se vislumbra que no fueron las causas principales, toda vez que el informe preliminar de la Autoridad Marítima de Panamá dio cuenta del factor técnico como causal del siniestro. Sin embargo, cualquiera que sea el resultado de la investigación, las pérdidas ascenderán a cifras incalculables e indudablemente las grandes perdedoras serán las aseguradoras.

La desgracia presentada es la primera en la historia del Canal de Suez y deja en claro que un solo buque puede obstaculizar el comercio internacional, por lo que se hace necesario explorar rutas alternas. No obstante, descartado el transporte aéreo por los volúmenes de carga sujeta a movimiento, también resultan desventajosas las rutas por el Cabo Buena Esperanza en el sur de África y la del Ártico. La primera, por la distancia que prolonga dos semanas el viaje y, en materia de seguridad, los riesgos que entraña la piratería marítima; y la segunda, porque no solo es más distante, sino que la navegación debe someterse a condiciones meteorológicas adversas. En una u otra alternativa multiplica los costos, aumenta el tiempo de navegación y genera riesgos e inseguridad.

Por tanto, con la proliferación de  enormes cargueros similares al Ever Given, 400 metros de eslora y 60 metros de manga, pueden producirse incidentes de mayor gravedad en el futuro. Aún más, en una región convulsionada como la del medio oriente, la amenaza terrorista de bloqueo del Canal, en cualquier oportunidad dejará de ser potencial para convertirse en real, causando un gran impacto en el comercio global. Su magnitud será directamente proporcional a la prolongación del bloqueo, de manera que a mayor tiempo los buques portacontenedores y petroleros no podrán entregar alimentos, productos manufacturados y combustibles a Europa y no se exportarán mercancías de Europa al Lejano Oriente. En consecuencia, el impacto sobre los precios del petróleo sería otra variable interviniente mucho más durable.

Publicada: 4 abril, 2021. Disponible en https://724noticias.com.co/2021/04/04/opinion-el-bloqueo-del-canal-de-suez/

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